lunes, 11 de julio de 2011

Es fácil.

Es fácil hablar de ecuanimidad desde la ausencia de deseo.
Hablar de castidad cuando no te inmuta el sexo.
De impecabilidad cuando compredes los motivos de tu propio proceder.
De no violencia cuando sabes que nada puede dañarte.
De amor cuando te sabes amado.
De unidad cuando te sientes parte del Todo.
Por ello es imperativo sentir una gran compasion por quien desea, quien es alterado por el sexo, quien no comprende su proceder, quien tiene miedo a ser dañado, quien no se siente amado y quien se siente solo.
Todos hemos pasado por ahí.

1 comentario:

maynun dijo...

http://cannafascismo.blogspot.com/2008/11/el-fin-del-paganismo-la-alquimia-de-la.html