lunes, 31 de julio de 2006

Silencio


Las vacaciones imponen un silencio a este espacio.
Muchas veces es bueno callar.
Las mejores enseñanzas son aquellas que se reciben en silencio.
Los más profundos amores son aquellos que se descubren en el silencio.
Los dolores más profundos se viven en silencio.

El silencio nos hace más profundos e inteligentes.
Nos obliga a mirar y ver nuestra vida sin charlataneria.
Sin tratar de justificar nuestras carencias e ignorancias.

Pero que no calle nuestra voz si es para denunciar el horror.

No acaba por ahora esa guerra que nos traen cada día al telediario, ni algunas otras olvidadas que no compran audiencia.

Espero que en este mes de mi silencio callen las bombas y los tanques.

Si no es así seguiremos deseándolo y luchando.

Poco antes de la segunda guerra mundial un iluminado visionario denunciaba el mundo "adulto" por boca de El Principito: "No se ve bien sino es con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos."

Lo que aquí vertemos cada uno es invisible a los ojos de muchos de quienes nos rodean. La riqueza de un ser humano es invisible a los ojos, incluso es invisible para uno mismo si no ha desarrollado su Ser Humano. Quienes no ven más allá de sus narices, quienen no pueden ver lo que puede haber dentro de un solo Ser Humano, detras de un pequeño niño, son capaces de matar o justificar guerras.

Necesitamos un mundo que vea más allá de nuestra religión, de nuestro trabajo, de nuestra clase social, de nuestra nacionalidad, de nuestros vestidos, de nuestra cuenta bancaria, de nuestros títulos y masters, de nuestras mascaras...

Falta Humanidad y Corazón y sobran Argumentos.

viernes, 21 de julio de 2006

Líbano


No más niños muertos…

Todas las guerras son absurdas. Absurdos los motivos que las crearon.
Mentiras los ideales que las mueven.
Ataque o defensa todas terminas siendo ataque contra la inocencia de los más débiles,
dolor para los doloridos.
y futuros odios…

Basta ya.
Que se oiga bien alto.
BASTA.

martes, 18 de julio de 2006

Quiero

Quiero un Mundo
donde mi corazón sea encendido en una serena llama no tocada por la locura.
Quiero una Vida apasionada donde sea capaz de sonsacar la intensidad del Presente
donde se fragua la eternidad;
Un sonar de profundidades que me haga descubrir la verticalidad de cada acto
y que en mí viven desde el ojo de la hormiga hasta el ala del dragón.
Quiero acercarme a tu sueño y revivir el abrazo que para recrearnos nos dimos.
Revivir cada momento desde que nací,
bajo la luz de una nueva consciencia
que hace que todo encaje en una gran obra.
Quiero lo que ha estado a mi alcance sin saberlo:
esa voluntad que sola
escribe tu nombre en el lado de mi Alma
y mi destino en un soplo de tu Aliento.

viernes, 14 de julio de 2006

La máscara


Llevamos una imagen mental recubriendonos.
Recubriendo este cuerpo que nos expresa y se expresa condicionado, como una marioneta por esa imagen.
Creemos que esa imagen es la mejor posible, nuestro consciente tiene sus razones,
nuestro inconsciente tambien,
pero el supraconsciente sabe que no es más que una vulgar máscara
que vela la luz del fuego del Espíritu.

Esta creencia la perpetua y la modela,
la cambia y la reforma o la mantiene según
el albur de la ambición.
Le da la esencia para formarse.

Nuestra insatisfacción nace de no ser capaces de expresar el Ser más profundo,
de no ser lúcidos para guiarnos por nuestra más elevada consciencia.

Nuestra desesperación nace de sentir que nada basta,
que todo sobra si no está encajado vibrando en las fibras de nuestra esencia.

La verdad es que nuestra infelicidad es la condena de no vivir el pulso de esa realidad
que late más allá de las imagenes, de las palabras, de los deseos y de las máscaras.

Esa realidad que buscamos
y está al alcance,
tan al alcance como el Vacio.

jueves, 13 de julio de 2006

El contraste de temperaturas

Qué diminuto el Sol que nos acoge;
ya encauzado, en línea con mi vida,
su luz es parte de mi carne;
se desfigura su centro en mi dolor, perfilándonos.

Consígueme esa rama de olivo
por la que todo ha cambiado;
tu perfil pasmoso del que espero
tanta dicha;
pues no te toco, aguardando
la consigna para volar y excarcelarme.

Qué seco ha sido el día,
me gustaría ser agua,
embeberte y beberte,
difluir en tus manos,
refrescar tus dedos y
quitar el calor a tus labios
para que me beses fría:
Pura boca de vida ajena
en la cualidad distanciada
donde el contraste de temperaturas
sea el placer que más importa.

Placer terrible y suave como hálito
lento, desprevenido e inevitable,
que tiene existencia propia
y se escapa a nuestros planes
por su naturaleza salvaje,
dejándonos de regalo su recuerdo
transubstanciado en una dicha que no perece.

Mi tía abuela está mala

No digo enferma, pues para mí enfermedad es algo permanente que se mantiene y crece, dañando el cuerpo y/o el Alma, impidiendole desarrollarse o crecer.
Tengo la seguridad de la temporalidad y el aislamiento de ese foco de bacterias que ha crecido en la herida quirúrgica de la apendicitis.
Es un bajón temporal de defensas que hace que luego valores más la salud y la vida.
Y no es joven de cuerpo, hay riesgo con 81 años, pero de espíritu si lo es: hasta hace poco conducía (pocas mujeres de su generación españolas conducían desde jovencitas), y viuda y sin hijos mantiene una independencia a toda costa admirable.
Nacio casi por casualidad en Argentina, y llego muy pequeñita a España, pero en realidad fue una treta del destino para que los astros de su nacimiento le dieran ese espíritu de modernidad.
Calculo que desde mi nacimiento hasta los 6 o 7 años, mi hermana y yo, junto con mi madre vivimos acogidos en su casa; un sitio mágico: Una fabrica y distribuidora de helados. En la planta baja estaban las camaras frigorificas, la fábrica de polos, los camiones de transporte y en la superior la vivienda.
Mi tio (que se parecia a Clark Gable) y ella adoptarón a mi hermana como a una hija. Hubo momentos en que mis padres creían que mi hermana quería más a sus tios abuelos que ellos mismos. Siempre han sido nuestros titos, sólo ya de mayor descubrí que el parentesco real era tios abuelos, ya que él era el menor de los hermanos de mi abuela paterna.
Sus cualidades la hacen en estos momentos brillar como ejemplo: independencia, moderación, estabilidad, cordura, apertura...
Una verdadera Zorba el Buda.
Recuperate cariño aún tenemos que seguir tu ejemplo.

miércoles, 12 de julio de 2006

La Inclinación Adecuada.

Para salir de la barrena
lo más importante es
la inclinación adecuada.

La clase


Volvamos, niña, al olor de la tiza
en el albor de la inocencia
que explica nuestros actuales pasos.

Posesividad

Todo lo ajeno a ti tiene su altura
su vida y peso específico.
Nada es lo suficientemente tuyo,
aunque lo uses y tiranices,
para no mantener su libertad.

Es estúpido decir: mi mujer,
mi marido, novio, esposo.
Nadie es totalmente tuyo,
cada uno tiene su corazón,
si no esta lleno te abandonará,
aunque sea en sueños.

Por eso, ¡deja ya de poseer a otros!
Abandona el infierno del deseo
y ven a la quietud del agua.

Escoge entender que poseer no alimenta.
El verdadero alimento es pan del cielo:
El espacio interior lleno de calma y quietud.

Zorba el Buda


Este personaje inventado por Osho se parece mucho al Zarathustra de Nietzsche del que tambien público un libro: Zarathustra: el Dios que puede bailar.
La dualidad integrada de este personaje realiza la Plenitud, allí donde el espíritu del caos se da cuenta que sin saberlo, está construyecdo la estructura del orden.

"Nosotros tenemos que crear una discontinuidad con el pasado.

Sólo entonces un nuevo hombre--un hombre muy espiritual, un hombre de dimensiones cósmicas -- puede nacer.
Soy ciertamente bendito porque soy el primero a quién todos se oponen. Esta situación nunca ha pasado antes, y nunca pasará de nuevo. Y tú también eres bendito porque eres compañero de viaje de un hombre que no es sólo un viejo santo muerto, un bonachón .

Yo quiero que seas la sal de la tierra.

Un exceso de santos dulces y bonachónes han creado tanta diabetes. Nosotros necesitamos un tipo diferente de santidad.

Yo he llamado a este tipo diferente de santo: Zorba el Buddha."

Osho: Sermons in Stones (Sermones sobre las Piedras), Capítulo 1