viernes, 14 de julio de 2006

La máscara


Llevamos una imagen mental recubriendonos.
Recubriendo este cuerpo que nos expresa y se expresa condicionado, como una marioneta por esa imagen.
Creemos que esa imagen es la mejor posible, nuestro consciente tiene sus razones,
nuestro inconsciente tambien,
pero el supraconsciente sabe que no es más que una vulgar máscara
que vela la luz del fuego del Espíritu.

Esta creencia la perpetua y la modela,
la cambia y la reforma o la mantiene según
el albur de la ambición.
Le da la esencia para formarse.

Nuestra insatisfacción nace de no ser capaces de expresar el Ser más profundo,
de no ser lúcidos para guiarnos por nuestra más elevada consciencia.

Nuestra desesperación nace de sentir que nada basta,
que todo sobra si no está encajado vibrando en las fibras de nuestra esencia.

La verdad es que nuestra infelicidad es la condena de no vivir el pulso de esa realidad
que late más allá de las imagenes, de las palabras, de los deseos y de las máscaras.

Esa realidad que buscamos
y está al alcance,
tan al alcance como el Vacio.

6 comentarios:

Kat dijo...

Las máscaras esconden al cobarde que no se atreve a volar dejando el miedo a un lado el miedo de caer......

Las máscaras crean una burbuja de mundos inventados para quienes la utilizan......

Besos.

Carlos Alberto Arenas dijo...

Totalmente de acuerdo...
Debo ser bastante cobarde...

Kat dijo...

Tranquilo...... cuando explote la burbuja y tengas que enfrentar de una vez por todas al mundo sabrás hasta donde puedes dar.

Besos.

Angel Negro dijo...

Coincido con mi niña Kat, las mascaras con el tiempo se acaban cayendo y muestran el reflejo de lo que esconde el alma. Mi problema es que nunca me puse ese tipo de mascaras, como bien me definio mi mejor amigo hace años, "eres tan transparente como un vaso de agua, no ocultas nada".Yo siempre me muestro como soy y hay gente que no esta preparada para que la gente se muestre asi, tal y como es su alma, por eso se dedican hacernos daño a nosotros los desenmascarados de nacimiento. Una vez me aconsejaron ponerme una mascara, y la experiencia me duro 2 dias, no era yo, me sentia rara, no era yo.
Prefiero ir sin mascara, quizas por que en mi vida me acostumbre a no llevarla jamas, por eso hay gente que me odia, me ama, me admira, me envidia, me critica y me alaba, pero en el fondo todo se resume en ser yo siempre.

Anónimo dijo...

Admiro la sabiduría de Gitana y la valentía de Lilíth!! ... pero me identifico plenamente con Kray11.
Yo también soy cobarde, y espero, con el mayor deseo y el mayor temor, a que explote la burbuja!

Salud.

XY51 dijo...

Quizá lo peor de la máscara sea llevarla sin ser conscientes de ello, una vez percatados el ponersela, quitársela o incluso cambiarla puede convertirse en un juego apasionante por que quien toma las riendas no es ya el personaje caprichoso que no se reconoce, sino que es el centro jugando a ser hombre, o mujer, da lo mismo. Disiento de Kat por que no consiedro una cobardia esconderse, a veces es cuestión de simple supervivencia. En cualquier caso cualquier máscara muestra resquebrajaduras suficientes para dejar escapar rayos de luz.