jueves, 13 de julio de 2006

El contraste de temperaturas

Qué diminuto el Sol que nos acoge;
ya encauzado, en línea con mi vida,
su luz es parte de mi carne;
se desfigura su centro en mi dolor, perfilándonos.

Consígueme esa rama de olivo
por la que todo ha cambiado;
tu perfil pasmoso del que espero
tanta dicha;
pues no te toco, aguardando
la consigna para volar y excarcelarme.

Qué seco ha sido el día,
me gustaría ser agua,
embeberte y beberte,
difluir en tus manos,
refrescar tus dedos y
quitar el calor a tus labios
para que me beses fría:
Pura boca de vida ajena
en la cualidad distanciada
donde el contraste de temperaturas
sea el placer que más importa.

Placer terrible y suave como hálito
lento, desprevenido e inevitable,
que tiene existencia propia
y se escapa a nuestros planes
por su naturaleza salvaje,
dejándonos de regalo su recuerdo
transubstanciado en una dicha que no perece.

7 comentarios:

Daniela dijo...

Hola Kray...pasé por tu casa, me gusta mucho, es acogedora. Bienvenido al mundo del blog.

Un abrazo!

Rara dijo...

Hola Kray11:

Me alegra estar acá y sentirte en esa poesía. La leí varias veces y me entusiasmó la coincidencia del agua. Eso mismo que te he regalado allá, en mi blog:
"Sigo aprendiendo y sintiendo, preguntando y curioseando, entendiendo y desentendiendo y muchas veces, también soy felíz.
Te dejo un regalo: un río bajando la montaña, sacandose el hielo, llegando hasta el mar. ;) "
No creo que esté de más repetir que realmente me gustó esta poesía. Sigo leyendote y acercandome.
Un beso, :D

Carlos Alberto Arenas dijo...

Valeria:
Gracias por tu bienvenida y tu participación. Pareces muy sabia.
Hablamos.

Maga:
Como me he divertido con la coincidencia. Ya sabes que no existen.
Otras: Geminis. Tú eres Tigre y yo Dragón, me recuerda la película: Tú la joven aprendiz independiente y algo malvada,
yo el maestro que muere para redimirla.

Rara dijo...

Amo esa película. Otra no coincidencia ;). Te pareció malvada ella? Nunca lo había pensado así. Pero es una linda imagen de todos modos. Ahora mismo me acuerdo de ella sumergiendose en el agua buscando la espada que él le arrebató y tiró al río. Me encanta!
El Dragón es de mis pocos allegados según ese horóscopo, no?

Carlos Alberto Arenas dijo...

El Tigre camina por la tierra, su morada es la Selva, el Dragón vuela por el aire y descansa donde nadie pueda encontrarlo. Ambos son poderosos y algo temibles, aunque el tigre pueda a veces comportarse como un gatito siempre es peligroso puede atacarte por instinto y sus garras son mortales. Solitario, independiente y muy bello. Su carácter es noble e indomable y se escapa cuando intuye peligro. El dragón sólo lucha cuando se ve obligado a ello: Es un guerrero de una causa justa, entonces es implacable. Lo que ocurre es que suele luchar con otros enemigos tan poderosos como él y por ello puede quedar herido, pero es muy difícil que muera. Ambos son dignos, directos, nobles, sinceros, y orgullosos de su belleza (aunque el dragón no sea delicamente bello) y de sus cualidades, es decir no se cambiarían por nadie. Ambos odian a las ratas, pues representan lo contrario a su comportamiento social: odian a los falsos, los que se esconden y traman a espaldas de los demás y a los medradores miserables.
En la película la joven aprendiz realmente era un tigresa, no es que fuera malvada, sino algo insconsciente, demasiado ególatra, buscaba el desafió y la provocación, aunque quizá era su forma de aprender. El maestro era un auténtico Dragón: discreto, pero imponente, andaba por el cielo y por ello su amor se mantenía en el cielo, real, pero no consumado en la tierra de la carne.
Desde el Hemisferio Norte mi Alma se inclina ante tu Alma

Rara dijo...

Dragón querido:

Cuando vi esa película me sentí completamente identificada. Asumía la lógica de sus actos, entendí. He pensado bastante en este tigre que ahi describes... creo que pensé tanto en mi a pesar de lo que evito... cómo si pudiera, cómo si...!
He salido un rato afuera, es de noche helada y el frío parece hacer temblar hasta las estrellas. Hace un tiempo ya que no dejo de temblar un frío que se me ha metido profundamente. Y pensé en que estarías por ahí arriba, una especie de doble norte y abrazo.
Al entrar nuevamente he sentido que ahí aparecías, que estabas detrás, gigante y arriba, y por un momento no sentí esta australidad que me duele, pero no quise volverme a mirar, no vaya a ser cosa.
Te dejo este puente de estrellas y este sur.

Carlos Alberto Arenas dijo...

Precioso Maga. Tienes una sensibilidad dolorosa y exquisita.